Hikikomori

Con este nombre los japoneses llaman a aquellos adolescentes que durante durante grandes periodos de su vida se encierran en una habitación, en la mayoría de los casos se trata de sus habitaciones. La mayoría de los expertos considera que este encierro es fruto de una decisión voluntaria por parte de los adolescentes pero son muchos los motivos por los que estos adolescentes se ven incapaces de salir al exterior y afrontar las pautas o requisitos que les son exigidos por la sociedad. 

Este encierro les proporciona la seguridad y tranquilidad que la sociedad que les envuelve es incapaz de proporcionarles. De este modo se crean un universo completamente diferente, un mundo imaginario. 

Cuando algún elemento del exterior invade dicho mundo, estos jóvenes suelen defenderse de este elemento externo con actitudes agresivas, causadas por la gran depresión que padecen. 

En Japón hay un millón doscientos mil jóvenes con este comportamiento. En España cada vez es mayor la cantidad de adolescentes que pasan sus días libres o fines de semana sentados frente al ordenador, viendo la televisión o jugando a la videoconsola, sin querer saber nada de lo que hay más allá de las cuatro paredes de su habitación. 

Tanto en Japón como en España los jóvenes nos muestran con dichas actitudes que los rolles sociales a los que deben hacer frente no pueden ser asumidos por ellos. Nuestros jóvenes son incapaces de comprender y asumir los rolles que les estamos generando. 

Cada vez son más los suicidios entre los jóvenes, cifras que ninguno de los periódicos o informativos se atrevería a publicar. 

¿Cómo se puede formar parte de una sociedad que no puede entenderse?